Las hormonas estrógeno y progesterona son de suma importancia cuando se trata del desarrollo del pecho femenino. Ambas hormonas trabajan en conjunto con sus receptores para impartir varios aspectos del desarrollo al seno. A la hormona estrógeno se le atribuye la formación del conducto que se encuentra en la mama, mientras que la hormona progesterona es clave en el desarrollo del alveolar. Dado que estas hormonas gemelas son fundamentales para la correcta formación de las glándulas mamarias, hay que decir que estas dos no pueden alcanzar sus funciones óptimas en ausencia de otros mediadores que actúen como hormonas anteriores. Es correcto afirmar que la formación completa de la mama se basa, por tanto, en el esfuerzo conjunto de estas hormonas y otros mediadores.
Debemos acreditar la capacidad de la hormona estrógeno aunque porque es capaz de estimular la excreción de la hormona del crecimiento que definitivamente es fundamental en el aumento de las glándulas mamarias. Este es un punto muy importante porque el crecimiento y la ubicación del conducto en la glándula mamaria es el resultado de alguna forma de sinergia entre los hormona del crecimiento y el estrógeno.
Sin embargo, el hecho es que las hormonas gemelas que se han descrito, es decir, el estrógeno y la progesterona, no pueden realizar la tarea en ausencia de la otra. "secundario" hormonas que se producen en la pituitaria. Se han realizado pruebas en perros mediante el uso del compuesto. acetato de medroxiprogesterona en lugar de la progesterona. Estas pruebas han revelado que esta hormona también desencadena la estimulación de la producción de la hormona del crecimiento y la conclusión significativa que se puede extraer aquí es que estas dos hormonas realmente requieren la presencia de la hormona del crecimiento si es que la tarea se va a realizar perfectamente.
Algunas pruebas también han demostrado que existe una especie de correlación entre el proceso de formación celular de la mama y fases específicas del ciclo menstrual de la mujer. Esto se puede demostrar por el hecho de que hay poca proliferación en la formación celular en la fase folicular. En esta fase se sabe que el niveles de estrógeno están en un nivel alto pero los niveles de progesterona están severamente bajados en este momento en particular.
En el caso de que la formación alveolar esté impedida, es posible que surja una situación en la que progesterona se volverá análogo al estrógeno y continuará estimulando la secreción de la hormona del crecimiento. En efecto, lo que sucede aquí es que la progesterona seguirá influyendo en el desarrollo de la mama y esto da como resultado específicamente la diferenciación alveolar. Una de las hormonas secundarias que se utilizan en este desarrollo es la prolactina. También se produce por cortesía de la glándula pituitaria.
En efecto, existen una serie de circunstancias que influyen en la formación de la mama y estas tienen que ver con la alteración de influencias esteroides que a su vez sí contribuyen a variar los niveles de producción de las principales hormonas empleadas en esta tarea. Una condición que estimula una mayor producción de estrógeno puede conducir a ginecomastia en el cuerpo masculino.