Existe una relación definida entre el uso de alcohol y IMC (índice de masa corporal) en los pacientes estudiados. Pero no es la relación que pensarías. La mayoría de la gente simplemente asumiría que las personas que beben más pesarían más, ya que consumen cantidades incontroladas de calorías y usan su tiempo de gimnasio para hacer tiros, ¿verdad? ¡No tan rapido! Los estudios demuestran que las personas que NO contienen alcohol en realidad pesan más que las que lo hacen.
Alcohol contiene muchas calorías vacías, y todos hemos oído hablar del legendario "Buena cerveza" visto a menudo en personas que beben demasiado, con demasiada frecuencia. Sin embargo, esta evidencia muestra que esto no es intrínsecamente cierto. Es posible que algunas personas clasificadas como obesas consuman alcohol, pero esa línea de pensamiento no coincide con las estadísticas. ¿Cómo te afecta esto como culturista (que puede tomar una copa de vez en cuando)? La respuesta no es fácil, pero analizar de cerca la práctica dietética de los estudiados nos deja con un hallazgo muy interesante. Las personas que consumen de 1 a 2 vasos de alcohol cada noche son mucho menos propensas a consumir porciones grandes de alimentos (que generalmente contienen carbohidratos y grasas). En otras palabras, es menos probable que los culturistas (y otros estudiados) que tienen una copa de vino en el estómago vayan al refrigerador a tomar un refrigerio, lo que sería perjudicial para sus objetivos de culturismo.
Sin embargo, esto se puede vencer mediante el uso de prácticas dietéticas estrictas. Sin embargo, esta no es la norma para todos nosotros, incluidos los culturistas. Tendemos a ser muy disciplinados en las semanas previas a un espectáculo. El resto del año, sin embargo, trae una mezcla suave de alimentación con sentido común y un poco de "relajación" en la dieta. Los culturistas van a comer bocadillos, como todos los demás. Si una copa de vino tinto consumida aproximadamente una hora después de la cena proporciona al culturista una mentalidad relajante agradable, una que excluye la necesidad compulsiva de un bocadillo dulce para ese estómago vacío, ¡entonces puede valer la pena darle una oportunidad a la copa nocturna! El alcohol también brinda excelentes beneficios para el corazón y ayuda a la circulación. Muchos profesionales médicos recomiendan una copa de vino tinto todas las noches para una vida útil más larga.
Hay otra razón para esta discrepancia, y una que los culturistas deben tener en cuenta (en particular, aquellos que incursionan en la asistencia química a través de AAS o GH/insulina). El consumo moderado de alcohol tiene el efecto notorio de reducir los niveles de insulina en sangre. Insulina es la herramienta que regula la acumulación y quema de grasa corporal. Poseer una mejor capacidad para administrar la insulina da como resultado la posesión de un físico más delgado. Curiosamente, el alcohol ayuda con esto. Los niveles de insulina se disparan cuando el culturista consume un refrigerio cargado de carbohidratos y grasas en las últimas horas del día, lo que nos lleva de regreso al primer tema de discusión aquí. La combinación de un menor apetito por los bocadillos, junto con la mejora del mecanismo real de la insulina, nos lleva a la conclusión de que un poco de vino cada noche puede hacernos más delgados y más capaces de funcionar con la insulina.